domingo, 18 de abril de 2010



Fran Barquero

lunes, 12 de abril de 2010

Tonto el último.




Lo recuerda perfectamente. En cuanto llegaba el verano, iban todos a corretear por la playa. Se enterraban vivos y hacían sus necesidades ahí donde empezaban los pinos.
Porque en la playa no eran niños. Eran guerreros. Andaban medio desnudos, con palos y amuletos. Los hacían con algas secas, conchas y piedras. Y se gritaban entre ellos. Y les gritaban sus madres. También comían tarde y a bocados porque de tanto correr les entraba el hambre. Eran caníbales pero eran bellos. Les brillaban los ojos y la piel. La tenían suave y tostada. También les brillaban los mocos, porque en la playa les salían mocos a borbotones, pero al final todo se lo llevaba el agua. Lo hacía a lametazos tranquilos y tibios… Digamos que era una sensación agradable. A veces, la muy tímida, se echaba para atrás, se retiraba y ellos, como locos, iban a buscarla. ¡Tonto el último!- decían, dando brincos, porque si se demoraban un poco se les quemaba la planta de los pies.
Hasta que llegó uno con un cubo. Luego llegó otro. Y otro. Y juntos, empezaron a cavar hoyos. Al principio lo hacían con las manos, luego sirviéndose de palas y rastrillos. Levantaron murallas aquí y allá. Y en cuanto las derribaba el agua, ellos volvían a empezar, pero en vez de echarse atrás, las hacían más gruesas. Luego, llegaron los túneles y las torres. Eran castillos que con el tiempo se hicieron más y más grandes. Y también más estables. Hasta que llegó el día en que aquellos castillos se impusieron al resto. Se lo comieron… Porque habían cambiado de juego, aunque el objetivo era el mismo: lo importante era llegar el primero.

Andrea Valdes.

http://www.mcfly-hayalguienencasa.blogspot.com/

Ilustración de Pedrol

domingo, 11 de abril de 2010

mundo enfermo (reproduce este clip con el sonido que te apetezca)

mundo enfermo (reproduce este clip con el sonido que te apetezca) from Minimo Esfuerzo on Vimeo.



El hijo del mundo ya no es el hijo del mundo.
El hijo del mundo ya no es el hijo del mundo, porque ya no se comporta como el hijo del mundo.
Al hijo que una vez fue del mundo, aunque lo sigue siendo, ya no no le interesa más que lo que le interesa.
Desprecia lo que fue. Menosprecia lo que será.
Pues es sólo él;
Pues sólo él, cree, sobrevivirá.

Jordi Cussó

http://campopuntocero.com/